VIVE DISFRUTANDO nos sumerge en clamorosos aplausos, ya que Valladolid es cine, es teatro, y es televisión en el reflejo de una de las actrices más populares y queridas de España, nuestra Concha Velasco, “la chica ye-ye”, que cantaba en un espectáculo musical de gran éxito “mamá, quiero ser artista”. Nació en la calle Recondo de Valladolid, el 29 de noviembre de 1939.
Concha Velasco estudió danza clásica en Madrid y debutó en el ballet de la Ópera de La Coruña. Trabajó junto a Manolo Caracol como bailarina flamenca y fue vicetiple en la compañía de su admirada Celia Gámez.
Con 15 años de edad comenzó a trabajar en el cine interpretando pequeños papeles, y con tan solo 19 le llegó su consagración como artista con la inolvidable película “Las chicas de la Cruz Roja”, y a partir de ahí se convirtió en una estrella de primera categoría en la comedia española. El actor Tony Leblanc se convirtió en su Pigmalión, y como pareja cinematográfica interpretaron algunos de los títulos más populares del cine español, “El día de los enamorados”, “Los tramposos”, “Vida sin risas”, “Amor bajo cero”, y “Mi noche de bodas”, logrando un clamoroso éxito.
A partir de los años 70 se operó en ella un cambio de imagen y de registros, primero en el teatro y luego en el cine, abordando con gran soltura dramas y espectáculos musicales.
En televisión, en el año 84, se ganó al público por su buen hacer en la serie dramática “Teresa de Jesús”, una de las mejores series de Televisión Española, en la que se recreaba fielmente la vida de la santa de Ávila, tomando como referencia su autobiografía.
En los años noventa interpreta “La rosa tatuada” adaptación de la obra de Tennessee Williams; convirtiéndose en el prototipo de mujer de mediana edad hastiada de su matrimonio que aún necesita sentirse viva.
Nuestra Concha Velasco ha sido polifacética, actriz, presentadora, bailarina en programas de variedades, y con 73 años recibió el Goya de Honor por su dilatada trayectoria artística, «por su enriquecedora contribución al cine español a lo largo de varias décadas y su gran versatilidad interpretativa».
Los vallisoletanos queremos, estamos muy orgullosos de Concha Velasco, y antes de que se retirara definitivamente de los escenarios en el 2021 ha tenido algunos reconocimientos en su ciudad natal: la Espiga de Honor de la Seminci (2013), el Premio Castilla y León de las Artes (2014), su nombramiento como embajadora del Teatro Calderón (2010), la sala de teatro que lleva su nombre en el Laboratorio de las Artes Escénicas (2011) y el nombre de una calle (2015).
Escrito por María del Carmen González Sanz (Maika) para la edición nº 28 de VD, ago-sep 2022.
https://www.bubok.es/autores/Maika62
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