Ilustres de Valladolid XIII (Beatriz Bernal) -

Su pluma construyó y publicó, en 1545, un libro titulado Cristalián de España. Su tinta no era invisible, pero en la primera edición ocultó su nombre, aunque dejó constancia de su condición de mujer al firmar: “por una señora natural de la noble y más leal villa de Valladolid”. En la segunda edición de su obra firma con su nombre. VIVE DISFRUTANDO recuerda el mérito de nuestra ilustre vecina Beatriz Bernal, la primera mujer en publicar una novela perteneciente al género de caballerías, tan de moda en el S. XVI.
La filóloga Donatella Gagliardi, ha realizado una investigación sobre esta vallisoletana olvidada, sitúa su fecha de nacimiento entre 1501 y 1504 por las declaraciones que Beatriz Bernal realizó en un pleito, muere entre 1562 y 1586 y fue enterrada en la Iglesia de San Pablo, como lo señaló su hija Juana de Gatos al solicitar recibir sepultura junto a su madre.
Probablemente Beatriz tuvo una educación formal letrada, y se ocupó de que su hija también tuviera un alto nivel cultural. El inventario de los volúmenes de su biblioteca muestran su afición a la lectura. Como escritora, las musas le otorgaron un inteligente humor que muestra a lo largo de las 600 páginas de su exitoso libro “Cristalián de España”. “Comienza la historia de los invictos y magnánimos caballeros don Cristalián de España, príncipe de Trapisonda, y del infante Luzescanio su hermano, hijos del famosísimo emperador Lindedel de Trapisonda. Trata de los grandes y muy hazañosos hechos en armas que andando por el mundo buscando las aventuras hicieron”.
Al gusto de la literatura artúrica y caballeresca hay muchos motivos relacionados con suplicios. Beatriz Bernal retrata una sociedad brutal, con múltiples tormentos sobre el cuerpo, sobre todo el femenino, como venganza o castigo. La autora era mujer religiosa, y los tormentos de los mártires le inspiraron un mayor número de atrocidades que mezcló con la magia. La escritora vallisoletana, con su fantasía violenta y mágica, imprimió una nota distintiva a sus libros de caballerías. También se atrevió a introducir heroínas que toman las armas por la libertad de correr aventuras y no por amor; heroínas que deciden permanecer solteras; heroínas cuya inteligencia es prodigiosa; heroínas que son una de las mayores transgresiones para la época.
Góngora conoció su obra, y seguramente Cervantes, aunque no menciona su libro. Tuvo éxito, y al igual que permanecen sus publicaciones en importantes bibliotecas, los vallisoletanos tenemos que recordarla.