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Ilustres de Valladolid XXXIII (Marina Escobar 2)

Ilustres de Valladolid (Marina Escobar 2)

Cuando la religión era centro de la existencia y lo terrenal se vivía como un simple paso hacia lo trascendente, en nuestra ciudad nació, en 1554, una mujer de “especiales virtudes”, protagonista de varios episodios sobrenaturales que la sirvieron para alcanzar “fama de santidad” y que la Iglesia Católica la declarara “venerable”. VIVE DISFRUTANDO pone su mirada en Marina Escobar, nacida en una familia acomodada y de creyentes, cuyo fervor religioso se acomodaba a la época.

Visión de Cristo vestido de sacerdote por Marina de Escobar. Pintura de Diego Valentín Díaz (1586-1660). Iglesia de San Miguel y San Julián (Valladolid)
Visión de Cristo vestido de sacerdote por Marina de Escobar. Pintura de Diego Valentín Díaz (1586-1660). Iglesia de San Miguel y San Julián (Valladolid)

Las experiencias místicas acompañaron su vida, confesaba con padres jesuitas cuyo consejo fue que tomara hábitos con las “Carmelitas descalzas”, pero jamás lo hizo, y permaneció junto a sus padres por recomendación de la creadora de la orden, la madre Teresa de Jesús.

Fue conocida con el sobrenombre de “Costurera de Fuensaldaña”, porque al morir sus progenitores, rehusó la herencia, y para su propio perfeccionamiento espiritual se dedicó a coser para los pobres, tarea que realizaba con humildad y amor al prójimo.

Marina Escobar

Tenía una mala salud de hierro, cuentan que a los dieciocho años una terrible enfermedad casi acaba con su vida, fue entonces cuando tuvo su primera visión mística y sanó al recibir la eucaristía. Con el paso de los años los trastornos digestivos y sus continuos malestares la confinaron en la cama de por vida. Nunca descuidó sus ejercicios piadosos, leía historias de santos y libros devotos, su escritor predilecto era fray Luis de Granada. Ayunaba con frecuencia y mortificaba sus carnes con disciplinas y cilicios. Hizo voto de castidad y de pobreza, vivió de limosnas, acompañada por jóvenes que la cuidaban a cambio de cobijo, comida y vestido.

Luis de la Puente fue su guía espiritual y hagiógrafo, elaboró la Vida maravillosa de la Venerable virgen doña Marina Escobar, publicada en Madrid en dos partes, en él recoge los relatos de la visionaria vallisoletana, es un libro de reconocimiento destinado a un público devoto.

Hazañas a destacar

Como hazañas mencionar que en 1599 la peste asolaba nuestra ciudad y remitió porque esta gran dama intercedió ante Dios. Nobles y obispos la visitaron, la pidieron consejo, tal era su carisma. Cuando la hija de Felipe III, Ana de Austria, cayó enferma siendo bebé, Marina Escobar la sanó haciendo una imposición de manos, rociadas con leche de la Virgen, sobre la cabeza de la infanta. En varias ocasiones cuenta que fue transportada por ángeles, que tuvo encuentros frecuentes con Cristo, la Virgen y los santos. Como mensajera de paz quiso que jesuitas y dominicos se entendieran; ahora bien, su gran misión fue hacer frente al mandato divino de introducir en España la religión de Santa Brígida.

Muere en Valladolid en 1633, con 79 años, y la fundación del convento de las Brígidas fue en 1637, pero ironías de la historia, hasta 1960 las Brígidas no consiguieron trasladar los restos de Marina Escobar al convento.

 

Escrito por María del Carmen González Sanz (Maika) para el Prólogo de la edición nº 40 de VD, ago-sep 2024.

https://www.bubok.es/autores/Maika62

 

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Marina Escobar, protagonista de varios episodios sobrenaturales, alcanzó “fama de santidad” y la Iglesia Católica la declararó “venerable”.

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