Gaspar Núñez de Arce, es uno de nuestros grandes vecinos ilustres. Nació el 4 de agosto de 1832. Su talento llegó a nuestra ciudad con el progreso, porque eso significó la llegada de la primera diligencia a Valladolid; comentan que la gente se agolpaba para ver entrar aquellas diligencias al galope, tiradas por diez caballos que venían de la Corte y de Francia. Otro hecho importante fue la construcción del Canal de Castilla que ayudó al florecimiento económico de la región con la creación de fábricas de harina.
El padre, Manuel Núñez, empleado de Correos, y su madre Eladia de Arce, vivieron con sus cinco hijos en una casa con jardín, situada en la calle Cárcaba (hoy lleva el nombre de Núñez de Arce)
Cursó sus primeras letras en la escuela “de pago”, regentada por don Juan Fernández, “El Manco”, buen pedagogo, hombre rígido seguidor del sistema “la letra con sangre entra”; recordó en sus escritos los manotazos recibidos, lo injusto del castigo a niños entre cuatro y siete años.
En 1839 se trasladan a Toledo donde había sido destinado el padre, sigue con su formación y siempre da muestras de ser estudioso, un incansable lector, un destacado alumno muy hábil en el manejo de la escritura. Aquel adolescente, de apariencia débil comienza a escribir sus primeras obras literarias con quince años, versos, artículos, y una obra teatral Amor y orgullo que le sirvió para que le nombraran hijo adoptivo de la ciudad.
Huyó de la carrera eclesiástica. Contaba con dieciocho años cuando abandonó su hogar un día de otoño, con tres pesetas en el bolsillo, Madrid como destino, y con el sueño de abrirse paso en el mundo de “las letras”. Tenía vocación literaria debido a la lectura de Zorrilla, aquellas magníficas estrofas del maestro le devoraban el pensamiento y le decían: “¡Canta! Tú también eres poeta”. Tan honda fue su vocación que realizó una meritoria labor artística.
A lo largo de su trayectoria vital, política y literatura fueron sus grandes pasiones, y en ellas encontró el cauce para mostrar sus preocupaciones sobre los problemas de la sociedad del siglo XIX. Como político desempeñó cargos de gran responsabilidad. Como poeta destacó por su gran calidad, disfrutando de un éxito fulgurante en su tiempo. Entró en la Real Academia Española en 1874, y fue presidente de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles.
Fallece en Madrid en 1903.
Escrito por María del Carmen González Sanz (Maika) para el Prólogo de la edición nº 31 de VD, febrero-marzo 2023.
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