Rescatar a la memoria también es tarea de VIVE DISFRUTANDO. Nuestro “Ilustre” nos sumerge en el amor a las líneas, al color de la vida; su nombre es José Loygorri, nace en Valladolid en 1884 con sed de contemplar el mundo y crear belleza.
Nacer en una familia acomodada le facilitó su futuro como pintor y dibujante de “art decó”. Loygorri comenzó como ingeniero de minas, abandonó su carrera para consagrarse a su vocación.
Autodidacta, bohemio, comenzó con un estilo realista. Su primera exposición fue en 1912 en Madrid, en un salón de la Carrera de San Jerónimo y en 1913 participó en el Fayans Catalá de Barcelona, con cuadros que reflejaban la atmósfera de Castilla, el aire de sus pueblos, el destello de la psicología de sus gentes: recias mozas, campesinos pardos como el paisaje, tierra y surcos. La crítica fue discreta, destacando el buen hacer de sus cuadros costumbristas.
Después vendría París, Londres, con el inicio de su actividad como dibujante e ilustrador. Un baño de vanguardias que le hizo pasar de su arte austero, a un romanticismo voluptuoso en el dibujo. Se dedicó a retratar las frívolas escenas de la capital francesa.
En 1920 concurre a la Exposición Nacional de Bellas Artes en Madrid, en la sección de grabado, con dos aguafuertes, “La Torre de la Iglesia de Sant Feliú” (Gerona) y “La Catedral de Salamanca”.
Su espíritu bohemio le lleva a Estados Unidos, y visita Nueva York para hacer estudios de creación publicitaria.
Aguafuertes, xilografías, ilustración gráfica y publicidad; ahora sí, Madrid le abre al mundo, y Loygorri abre su estudio, trabaja como ilustrador en “La Esfera” y “Blanco y Negro”; también colabora en novelas cortas eróticas con desenfado, y toques pícaros, donde firma con el seudónimo de “Eros”.
En la madrileña calle de Alcalá, se abrió un salón de té llamado “Hvngaria”, fue decorado por José Loygorri Pimentel, era un local “art decó”.
En el último periodo de su vida el artista montó un estudio de fotografía, y participó en el libro “Así es España”, publicado por el Instituto Nacional de Estadística.
Portó una elegancia de “dandy” que impregnó su manera de recrear el mundo, de hacerlo nuevo, o de copiarlo lleno de sensualidad y de emoción. Falleció en 1979.
Escrito por María del Carmen González Sanz (Maika) para el Prólogo de la edición nº 38 de VD, abr-may 2024.
https://www.bubok.es/autores/Maika62
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