Te voy a contar cómo comencé a hacer esta receta de quesada.
Cuando iba a los cumpleaños de los amigos de mi hijo, había una madre que siempre llevaba para los padres, “quesada” y nos encantaba a todos. Ella decía, no es la receta original de la típica quesada cántabra tan rica… pero le había pasado la receta su tía, a su tía su madre, y a su madre… Así que después de varios cumples, me decidí a pedirle la receta, pensé que no me la daría, al ser de la familia… pero para nada, ella me dijo, por supuesto, toma nota, es muy sencilla, y si no sabes o no te gusta mucho cocinar, con esta, vas a triunfar… es tan sencilla que no da pereza hacerla. Así que me he decidido y os la voy a compartir.
Ingredientes:
Mantequilla: para untar el molde.
1 yogurt natural entero.
4 quesitos.
4 huevos tamaño de la L.
2 medidas del vaso de yogurt de: nata para montar.
1 medida del vaso de yogurt de: harina de trigo.
2 medidas del vaso de yogurt de: leche entera o fresca.
2 medidas del vaso de yogurt de: azúcar (blanco o moreno).
Preparación:
Ponemos el horno a precalentar 10’ a 210° con calor por arriba y por abajo.
Cogemos un molde apto para el horno (puede ser cuadrado, rectangular, ovalado, el que tengáis a mano, yo utilizo uno ovalado de cristal de 35 cm x 22 cm más o menos, lo untamos bien de mantequilla para que a la hora de desmoldar no se pegue (y espolvoreo un poco de harina sobre el molde después de la mantequilla, esto es opcional).
En una cazuela grande, vamos echando primero el yogurt natural (después, lavamos el vaso del yogurt y lo secamos para usarlo como medida), luego los quesitos, aplástalos con un tenedor para que luego al batir sea más fácil, seguimos con los huevos, les damos unos meneos con un tenedor, la leche, la harina (con un colador finito, vamos dando golpecitos para tamizar), incorporamos la nata para montar (mover todo un poco) y por último echamos el azúcar.
Cogemos la batidora y a máxima potencia, batimos todo bien, que no queden grumos, lo vertemos sobre el molde y lo llevamos al horno.
Metemos el molde a media altura del horno durante unos 10-12’ a 210° y pasado este tiempo, bajamos la temperatura a 170° más menos durante 20’, pasado este tiempo, miraremos cómo está de tostada por arriba, pincharemos con un palillo largo y si sale seco es que está bien hecha por dentro, si sale húmedo déjala otros 5’ (ve controlando de 5 en 5 minutos para no pasarnos). Si está bien hecha, suele a veces abrirse una raya por arriba, no te preocupes, eso es que se está haciendo bien… El tostado de arriba va en gustos, pero es mejor que esté bien tostada, pero sin quemar.
Cuando la saques del horno, hay que dejarla enfriar y luego meter al frigorífico, de un día para otro está mejor, pero hay gente a la que le gusta calentita… va en gustos.
Hay personas que la echan por encima mermelada al gusto cuando se ha enfriado un poquito y queda más brillante, pero no es necesario.
Espero que os guste tanto como a nosotros en casa. Es una receta socorrida, sencilla, y da para bastantes raciones. Si queréis hacer la mitad, solo tenéis que reducir las medidas a la mitad, así de sencillo.
¡A disfrutarla!
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