El municipio vallisoletano de Velliza, enmarcado en los Montes Torozos, está situado a 26 kilómetros de la capital del Pisuerga. Las diferentes zonas del pueblo tienen nombres reconocibles, como la cuesta de Santiago, la cuesta la Parva, el Senderillo, la Mohica, la Mariloca o la Centinela. Este emplazamiento, entre diversos páramos, le concede al pueblo una gran belleza paisajística a su alrededor.
Destacan tres importantes elementos arquitectónicos. En primer lugar, la imponente iglesia construida en sillería entre los siglos XVI y XVIII bajo la advocación de San Millán. Es conocida por los vecinos, dada su ubicación y morfología, como «el castillo». Su interior alberga diversos retablos de un gran valor patrimonial.
A la entrada del pueblo, la ermita del Cristo del Humilladero es un sencillo edificio de planta cuadrangular, construida en ladrillo y piedra, en cuyo interior se encuentra un calvario compuesto por las imágenes de San Juan y la Virgen pintadas sobre la pared, más un Cristo Crucificado del siglo XVI que ocupa el espacio central.
En lo alto de una ladera, en la zona de la Centinela, se encuentra la ermita de Nuestra Señora de los Perales. En otros tiempos este edificio era considerado un santuario y en su interior se daba culto a la patrona del pueblo, que además da nombre a la ermita. En la actualidad su mal estado de conservación imposibilita su acceso al interior. Sin embargo, bien merece la pena visitar el pueblo para contemplar la arquitectura exterior de este edificio del siglo XVI.
En otros tiempos se vivía con una profunda solemnidad la fe pública. De esta forma, multitud de organizaciones y cofradías se dieron cita en los anteriores edificios. En la actualidad Velliza es uno de los pueblos que conforman la España vaciada. Sin embargo, sus calles enmarcadas por casas de adobe y viejas traseras de madera nos cuentan la vida de un pueblo agrícola. Paseando mientras respiramos el aire puro de la naturaleza aún podemos encontrarnos con algún rebaño de ovejas. Entre estas vías podemos encontrarnos con las antiguas fuentes, caños y lavaderos; la casa de los marqueses de Camarasa; una vivienda de ladrillo de estilo industrial, los antiguos calabozos; un reloj solar que data de 1852.
Las Festividades del municipio vallisoletano de Velliza son las Águedas, el Corpus Christi, la Semana Cultural y Deportiva o las Fiestas en torno a la Virgen de los Perales el 8 de septiembre constituyen un punto de encuentro entre vecinos y atractivo para forasteros, entre los que aún viven en el pueblo y los que emigraron. Los juegos deportivos, los concursos gastronómicos, las verbenas, los talleres y exposiciones y la tradicional romería a la patrona son algunas de las actividades de las que se pueden disfrutar esos días. No obstante, en la vida diaria del pueblo, momentos como ir a comprar el pan a la plaza suponen un auténtico acontecimiento social en el que comentar y discutir sobre lo ocurrido en días anteriores.
Por último quiero invitarles a leer el libro Al pie de la Centinela. Velliza y su patrimonio en el que podrán descubrir todos los detalles y la historia de este histórico pueblo vallisoletano.
Iván Muñoz Blanco
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