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Nutrición Holística

Nutrición holística «la importancia de cambiar nuestros hábitos«.

Una adecuada nutrición va mucho más allá de la mera elección e ingesta de alimentos. A la hora de hablar sobre nutrición holística partimos del concepto fundamental de que no nos alimenta lo que comemos, sino lo que realmente asimilamos de lo que comemos.
Si nos preguntamos… ¿para qué nos alimentamos? La respuesta más sensata sería, para aportar energía vital a nuestro cuerpo, es decir, “surtirnos de nuestra gasolina”.
Por eso, la nutrición holística trata de favorecer el proceso de asimilación de los nutrientes, y para ello, debemos:

-Basar nuestra dieta en alimentos vivos y nutritivos (frutas, verduras, frutos secos, semillas,..) a los que el ser humano está fisiológicamente adaptado, para obtener un rápido y eficaz aporte de energía, además de una saciedad real. Si ingerimos alimentos procesados con poco valor nutricional, nos sentiremos somnolientos nada más comerlos y tendremos hambre rápidamente ya que nuestro cuerpo no se siente nutrido.
-Combinar correctamente los alimentos.  Para trabajar las combinaciones es importante aprender a clasificar adecuadamente los alimentos y conocer sus diversos tiempos de digestión. De esta manera nos salvaremos de una posible putrefacción y fermentación de los alimentos, ya que los diversos alimentos requieren de distintas enzimas digestivas según sus cualidades. El objetivo es evitar problemas tales como hinchazón, pesadez, acidez, estreñimiento, diarrea, cansancio, fatiga, dolores de cabeza, gases, etc.
-Respetar los biorritmos o ciclos circadianos. Esto implica identificar al ser humano como un ser diurno, y por consiguiente, fuera de ciertos horarios, no tenemos suficiente energía como para digerir alimentos.
-Hambre real vs hambre emocional. La dinámica de comer sin hambre para “tapar emociones” (aburrimiento, estrés, soledad,…) nos lleva a una pérdida de energía vital, ya que centramos todos nuestros esfuerzos en la tarea digestiva cuando el cuerpo no se siente realmente con esa necesidad. Es vital aprender a identificar qué tipo de hambre sentimos en cada momento, y a la vez, que gestionemos cada una de las emociones sin recurrir a la comida.
No sólo es importante lo que comemos, sino también cómo lo comemos, cuándo lo comemos y hasta con quién lo comemos. Porque todo lo que en nuestro exterior acontece, nos afecta y repercute en el proceso digestivo, “tragando” en demasiadas ocasiones, emociones no gestionadas.
Desde la terapia higienista buscamos aumentar la energía vital, porque a más energía, más salud. Debemos saber que la causa de la enfermedad es una carga elevada de toxemia. Y para descargarla, puede ser necesario seguir un programa de desintoxicación a medida, o incluso un ayuno terapéutico, para eliminar esas cargas tóxicas que estén bloqueando nuestros propios procesos curativos. También, un ayuno intermitente de forma inteligente puede ser útil para permitirle al cuerpo disponer de más energía para que desarrolle sus propios procesos de curación, buscando su propia homeostasis.
No olvidemos que en el actual contexto de pandemia, nuestro sistema inmune debe estar lo más fuerte posible, y esa es sin duda, la mejor forma de sentirnos protegidos.


Natalia Jiménez Salinero
Experta en Nutrición Holística. Coach en Gestión de Vida.
Terapeuta Higienista.
@nataliajjss

 

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